Utopia

La tarde se hace larga, parece que se estira y no se acaba, el sol cae inclemente y el atardecer ni se intuye, anhelando un poco de brisa fresca y luz crepuscular. La lasitud nos invade y mover una mano se antoja un movimiento costoso; tan solo apetece mover los ojos contemplando los objetos cotidianos con la mirada nueva de cada verano, imaginando perspectivas y buscando las sombras que nos los hacen percibir de otra manera. Viendo sin ver, imaginando y casi soñando retrocedemos en los recuerdos y dejamos asomar al niño que fuimos alguna vez. Vaciamos la cartera dejándola en un rincón mientras sonreímos exultantes ante un eterno verano de tres meses que se nos ofrece a manos llenas con sus colores, aromas y sueños por realizar.  Ya no somos niños pero aún podemos evocar esa felicidad,  mezclada con gotas de nostalgia que nos provoca un cosquilleo en el estómago, y volver a degustar un helado de libertad, a calzarnos las sandalias que nos llevarán donde queramos llegar porque aú

VIERNES Y EL PASOTISMO. Por fin ya es viernes. En esas estaba yo, gracias David, intentando seguir el consejo de Marta, cuando esta mañana pongo el móvil en marcha y miro mi página de Facebook.  Me encuentro la siguiente noticia: "Ernest Benach se jubila a los 51 años con una pensión de 10.000 euros/mes durante 4 años, y después de 7.000 euros/mes hasta el fin de su vida". (Podéis ampliar en " Diari de Girona"  según indica la reseña). Dicha noticia viene acompañada de una foto del susodicho con semblante agradable y relajado, ¡como no!. Mientras contemplo dicha imagen, es mi semblante el que se va crispando y dista mucho de ser agradable. Y no solo por el Sr. en cuestión, que también, sino por todos los cargos, excargos y los que vendrán, que en virtud de normativas por ellos decretadas tendrán también una jubilación dorada. Y mientras tanto, en el desempeño de su ardua tarea política irán cobrando unos salarios para nada desdeñables. Y que no me salgan

DEDICADO. Sucedió cuando nunca pensaste que sucedería porque nunca habías pensado en que iba a ocurrir. La vida te arrebató de repente a quien más querías. Así sin aviso, de cuajo, te dejó sola ante el resto de un camino que esperabas siempre compartido. Y se truncaron los sueños que aún había, y muchos. Y se quedó el dolor profundo y lacerante, con una intensidad que no te dejaba respirar. Quedó la casa vacía y el día se antojaba largo y penoso de soportar. Y ahí estábamos todos, intentando consolar, aunque en realidad las palabras y los gestos no podían paliar la pena. Pero el tiempo pasa y se asume aquello que parecía imposible de aceptar. Y nos decimos que es por los demás que hay que seguir adelante, pero no es cierto. Se sigue porque aún estamos vivos y la vida nos impulsa a seguir porque aún sale el sol, todavía ríen los niños y apreciamos un abrazo. Y de esta manera, lentamente, acomodamos cuerpo y mente a otra forma de continuar. y lo hacemos solos porque es la única

LIBROS. Un buen libro. No importa cual. Cada uno dirá el suyo y a veces son tantos que duele citar uno y dejar de lado el resto. Y se atropellan los títulos evocando a la vez mil y una historias que el recuerdo atesora y la voz no alcanza a revelar. Historias que nos gustan, nos hacen llorar, reír, pensar. Historias que duelen o hieren al rememorar sentimientos propios o sintiendo como tales los de los personajes que pasarán a formar parte de nuestro imaginario. Vidas que pudieron ser, amores, amigos, viajes, aventuras, sensaciones, incluso olores o texturas que sentimos propias. Tramas que llenan tardes, que distraen y hacen cortas las esperas y que incluso nos ayudan, sumergiéndonos en ellas, a olvidar por un tiempo realidades que a veces cuesta atravesar. Bocanadas de placer que nos enriquecen y nos enseñan a aceptar y entender realidades, lejanas o no, que nos eran ajenas. Un buen libro es un amigo al que te gusta presentar, compartir, recomendar. Forma parte de un lega

VERANO. Amanecer. Luz. Calor. Sueño. Vuelta. ¡Otra vuelta! Sudor. Sábana. Arrugas. Pestaña. Zapatillas. Ducha. Agua. Frescor... BIENESTAR Desayuno. Café. Terraza. Balcón. Sonidos. Gente. Más gente. Risas. Prisas. Palabras. Ruidos. Bocinas. Niños. Coches. Bicis. Patines... VIDA Mediodía. Calor.¡Más calor! Olores. Sabores. Comida. Playa. Piscina. Ciudad. Pueblo. Campo. Bronceador. Pollo frito. Gazpacho. Fruta. Helado...  CABE TODO Sssssst!!!!. Modorra. Bostezo. Cama. Sofá. Hamaca. Siesta. Sed. Agua. Ducha. Paseo. Puerto. Parque. Plaza. Terrazas. Refresco. Charla... RELAX Anochecer. Mosquitos. Albahacas. Hibiscos. Buganvillas. Colores. Músicas. Estrellas. Luna. Aromas... VERANO

CLARA. Clara tenía un inmenso jardín. Era tan extenso que en un solo día no podía conocerse entero. Toda clase de árboles y flores lo habitaban. Le gustaba apreciar el aroma de los jazmines y las gardenias, extasiarse ante los rosales de diversos colores, contemplar las alegres margaritas, las hortensias y los geranios que alegraban su vista. La hiedra y las buganvillas tapizaban las paredes de su elegante y sólida casa. Clara no podía soñar con un jardín mejor que aquel paraíso. Clara tenía un gran jardín. Sus árboles frutales daban sombra en los calurosos días de verano y las flores más diversas exhalaban su aroma, que ella apreciaba sentada en el porche de su bonita casa. Era un gran jardín pero Clara soñaba con tener un día un inmenso jardín. Y soñaba. El jardín de Clara era mediano. una vieja higuera cobijaba los nidos de algunas aves, y a sus pies arriates de flores daban color al camino de piedrecitas que conducía a la entrada de la casa. Era un lindo jardín pero Clara s

"No tomes la vida demasiado en serio, total no saldrás vivo de ella". Con ello no quiero decir que vivas a lo loco aunque cada uno es libre y ahí es donde quiero llegar. Libertad para pensar, opinar y diferenciarse o no, para decidir cada uno de nosotros en la medida en que podamos. Y para pensar y decidir es necesario no caer en la alienación (léase adocenamiento ovejil), en el no pensar y por consiguiente en el dejarse llevar. A veces es más fácil vivir así, sin pensar ni decidir cuando las circunstancias parecen superarnos y esto es lo que a diario nos ofrecen nuestros gobernantes. Cuanto más nos "guíen" sin fomentar la capacidad de pensamiento y por ende de conclusión propia y decisión más fácil es para ellos el ejercicio de la política. Política: concepto hoy en día y desde hace lustros completamente desvirtuado, siendo un mero vehículo de lucro y buen vivir para esa masa ingente y cada día más numerosa de dirigentes de diversa índole (presidentes, ex