SILENCIO


Todos sabemos que es pero no siempre sabemos expresar su significado. Una larga serie de palabras se hará eterna para matizarlo sin que ninguna de ellas por si sola pueda definirlo de forma completa.

Hay un silencio hermoso, buscado y relajante. Al acabar la jornada de trabajo, al volver a casa tras un día pasado con amigos; después de vernos rodeados de sonidos, de luces, de paseos y de charlas apetece recordar esos momentos a solas, explorar sentimientos esbozados apenas al ir acumulando mil y una experiencias.

Silencio para concentrarnos, para estudiar, para comprender, para escribir. Necesario para expresar posteriormente con palabras aquello que el pensamiento elabora.

Silencio cómplice, compartido. Para comunicarse sin palabras, con una mirada, un roce; compartiendo un secreto, anticipando el momento en que se hablará con el corazón.

Silencio obligado. A veces conteniendo una sonrisa que pugna por manifestarse mientras clavamos las uñas en las palmas de las manos. Otras veces dejando solo que broten las lágrimas cuando  no hacen falta las palabras que alguien ya no puede escuchar aunque nos queden tantas por decir.

Silencio tangible, opresivo, que forma una pared invisible donde chocan palabras vacías o llenas de reproche, precediendo la palabra final que acabará pronunciándose. Triste silencio cuando creemos que no sirve de nada hablar.

Silencio último, traído por un destino que no nos permitirá volver a optar entre callar o decir.

Silencios a tiempo, abrazos sin palabras, necesarios espacios de reflexión para poder seguir expresando amor a quienes queremos; para hacer valer aquello en lo que creemos; para rebatir a quien nos hiere.

Para que al hablar nuestras palabras valgan más que estar callados. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

ÚNICOS

COSAS QUE IMPORTAN

YO SOY PORQUE NOSOTROS SOMOS