PALABRAS DE AMOR

Por mucha psicología que le pongas a la vida  ésta siempre te sorprende. La lección mejor aprendida es aquella que te permite vivir cada día con el corazón abierto, dejándote querer y expresando lo que se siente de veras, aunque a veces duela.

Hace falta el transcurso de los años para poder despojarte del disfraz de la vergüenza, de la frialdad de la apariencia para dejarte mostrar como eres.

Nunca sabes cual será la espoleta que encienda el corazón, la necesidad de dar las gracias por insuflar un sentimiento a veces de felicidad y otras de nostalgia o profunda tristeza, que transforma un día aparentemente anodino; que te hace ser consciente de que contamos todos o no cuenta ninguno; que siempre han estado ahí, sin hacerse ver, mientras tienden la mano que agarrarás cual asidero vital para seguir adelante. Son pocos o muchos, no importa, pero son.

No son esas personas con las que afortunadamente compartes tu vida, aquellos a quienes abrazas cada día y a los que nunca te cansas de demostrar que les quieres.

Son aquellos otros a los algunas veces no ves, sea por lejanos, sea por pequeños o por callados. Y te sorprenden. Y ya los contemplas de otra manera a como los sentías, despojándolos de la imagen que construiste sobre ellos sin conocerlos del todo aunque creyéramos que sí. Es honesto entonces reconocer que en ocasiones se juzga sin demasiado criterio cuando dejamos que la envidia, el prejuicio, el rencor o simplemente la desidia actúen como filtro que desdibuja a la persona que realmente es.

No hay que dejar pasar la mágica oportunidad de expresar el sentimiento claudicando ante la timidez o la pereza pensando que siempre podremos hacerlo mañana, sin caer en la cuenta que tal vez ese mañana ya no será o será diferente.

A veces el amor se esconde tras lo que se percibe como ingenuidad o inconsciencia, como anhelo desesperado que sacude un cuerpo casi inerte que quisiéramos que volviese a ser aquello que ya no será.

Los mejores goles se marcan a la vida con el corazón. No importa tanto la técnica, la frialdad de lo aprendido ante la fuerza del sentimiento. El amor es la mejor victoria.

El esfuerzo es doble cuando se vive con el corazón por delante, pero siempre merece la pena