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YO SOY PORQUE NOSOTROS SOMOS

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Todo empieza con un post. Mejor dicho con mi respuesta a ese post. Una frase, solo una. Muchas respuestas e interacciones que me hacen pensar. Reflexionar sobre nosotros, que queremos, quienes somos. Hace unos cuantos años ya, allá por 1.993 daban un programa en televisión que se titulaba "Lo que necesitas es amor". Antes, en junio de 1967, Lennon y McCartney grababan la canción "All you need is love" . Y en 1978, John Paul Young componía "Love is in the air". Han pasado unos cuantos años desde entonces. Hemos cambiado de siglo, de costumbres, de formas de trabajar y de comunicarnos. Vivimos más interconectados que en cualquier otra época. Nunca ha sido tan inmediato y fácil el buscar, el conocer, el conocernos. Y sí, virtual o no, creo que lo que necesitamos es amor y contacto; no solo físico, que también 😉. Hablo de contacto de forma genérica. De generosidad, de gratitud, de amabilidad. Con la familia, por supuesto. Con los amigos, con conocidos

MÁS QUE MIRADAS

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Ahora que no nos vemos las caras, los ojos son, más que nunca, el espejo del alma. Miradas perplejas. Miradas cansadas. Miradas con miedo. Miradas ausentes. Miradas que preguntan. Miradas que claman. Miradas que transmiten. Miradas que esperan. Miradas que se despiden,...Son más que miradas. Son niños que no entienden qué sucede pero saben que algo pasa.  Son profesionales que se entregan aún a riesgo de perderlo todo para que otros no pierdan nada. Son madres, padres, hermanos, abuelos y tíos que no pueden abrazarse, pendientes de una llamada que les diga que aún están todos bien.  Son pensamientos que se pierden apoyados en el marco de una ventana, dejándose ir bien lejos, allá, donde se guardan las vivencias y se atesoran los deseos. Son adolescentes que preguntan dónde quedó su mundo, ese que empezaban a descubrir con el roce de otra mano, la complicidad de la amistad y con la fuerza de la ilusión por llegar a ser lo que quisieran. Son mayores a los que la vida

UNA NAVIDAD PERFECTA

El pájaro extendió sus alas y se alejó hacia el cielo rojizo del atardecer. La niña se abstrajo con la trayectoria del ave hasta que no fue más que un punto casi imposible de seguir con la mirada. Se arrebujo en la bufanda y se caló bien el gorro. Buscó los guantes en el bolsillo y se los puso. Pensó que ya era hora de regresar al hogar de gruesos muros de piedra para tumbarse en el viejo y cómodo sofá, situado frente a la gran chimenea que caldeaba toda la estancia. El antiguo caserón, enclavado en la ladera de la colina, pertenecía a sus abuelos paternos y antes a los padres de su abuelo. Todos ellos habían dedicado sus vidas a cultivar las tierras y a criar el ganado, manteniendo la propiedad. Ahora, era el lugar, apartado del tiempo y el espacio habituales de su rutina urbana, al que iban de vacaciones y cuando podían realizar alguna escapada. A la niña le fascinaba el enclave. Lo conocía casi desde que nació. Le eran familiares los olores, los sabores y los ruidos. Disf

LA LUZ DE LA NAVIDAD

Abrió los ojos despacio, sin ganas, casi con tristeza por abandonar el sueño, un remanso para su mente agitada, inconsciente de la realidad que no era tal. Poco a poco miró en derredor reconociendo el entorno que era el suyo desde hacía...¿cuánto?; esforzándose, aún podía situar el momento en que sus pies pisaron por última vez el que hasta ese instante había sido su hogar, para empezar una travesía cuyo final ignorado le esperanzaba o descorazonaba a merced de sus pensamientos. Fijó la mirada en el firmamento. Los astros relucían en el oscuro tapete nocturno como diamantes desplegados en terciopelo añil.  Un quejido le hizo volver la cabeza hacia atrás. La cara de la mujer mostraba un rictus de dolor, de cansancio, y su mirada dejaba entrever una profunda resignación. Arrebujada en un grueso manto, su abultado vientre anunciaba un pronto alumbramiento. Los ojos de ambos se encontraron y él intentó transmitirle un poco de ánimo; lo que tuviera que suceder quedaba ya en otras ma

COSAS QUE IMPORTAN

Parte de ser libre consiste en saber renunciar a lo que nos va siendo superfluo conforme pasa el tiempo, en sentido metafórico y real. Al igual que aprendemos a quedarnos con los sentimientos y las emociones verdaderas, valoramos también aquello que nos es necesario, cada vez menos, desdeñando objetos triviales. Porque hoy hablo de cosas sí, pero no de cosas cualesquiera sino de aquellas pocas, grandes o pequeñas, con nombre propio; esas que significan algo, las que evocan y transmiten. Hablo de libros, de discos, tal vez de un juego de café, de algún mueble, de una colección de jarras de cerveza, de una prenda, de un dibujo,...objetos con valor inmaterial e infinito. Hablo de aquello que nos llevaríamos con nosotros si tuviéramos que dejar todo lo demás. Es fácil desprenderse de la banalidad al ir enriqueciendo nuestra vida interior. Nosotros solos nos bastamos para seguir adelante y podemos con todo cuando creemos en nosotros mismos, más allá de críticas y falsos amigos. I

SI ALGUNA VEZ ME VOY

Por si alguna vez me voy, voy a darte cien mil besos; por si alguna vez me voy, invento un eco infinito para decirte que te quiero; por si alguna vez me voy, te abrazo fuerte ahora y mi mano se aferra a la tuya en una caricia que quisiera ser eterna. Porque si alguna vez me voy, no habré podido avisarte, porque si alguna vez me voy, será sin que yo lo quiera, porque si alguna vez me voy, deseo que tú te quedes y seas quien cuide lo que dejé. Así que si alguna vez me voy, te pido que sigas adelante; así que si alguna vez me voy, viaja a los lugares a los que aún no fui; así que si alguna vez me voy, lee los libros que no podré leer y escucha la música que aún no se ha compuesto... Para que si alguna vez me voy pueda andar con tus pies; para que si alguna vez me voy pueda ver por tus ojos; para que si alguna vez me voy pueda refugiarme en tu piel y saber que estarás ahí por mí, como estuviste conmigo.

PASAR LA VIDA

"A veces llega un momento en que te haces viejo de repente..."  (La senda del tiempo - Celtas Cortos) Hacerse viejo de repente. No de un modo físico, tangible, como resultado de un proceso natural que a fuerza de ser vilipendiado por una sociedad basada en la banalidad de lo inmediato, en la falacia de una juventud mal entendida, inmersa en el afán de eternizar las apariencias en detrimento de la experiencia vivida, es ignorado; pero ésto puede ser tema de otra reflexión.  Alguien se despierta un día sin un objetivo, un fin, unas ganas de hacer algo que haga que salga de la cama. Y a ese día siguen otros más. Entonces cae en la cuenta ese individuo que esa es la realidad en la que vive, la única que le queda por vivir. Ya no caben más apetencias, más esperanzas.Murió la ilusión. Hay personas que no se han aventurado nunca a vivir. Gente que pospone los anhelos, las ambiciones, viendo pasar la vida, contemplando como otros viven, diciéndose que mañana sí, ma