PALABRAS


Una mirada vale más que mil palabras, pero una sola palabra puede cambiar el sentido y la intención de una mirada.

Hay palabras que se acumulan con el tiempo, los años, y se dicen cuando ya no queda tiempo para seguir reteniéndolas pero tampoco para lograr con ellas cambiar nada.

Hay palabras que no se dijeron; Palabras que podían haber evitado malentendidos, lejanías no deseadas.
Y hay palabras que no se podrán ya decir; que quedan en el fondo, doliendo, enseñando a expresar los sentimientos no sin vergüenza pero sí con el valor para compartirlos.

Es el poder de las palabras.

Una palabra enardece una multitud o acalla un gentío. A veces no se valora lo suficiente cuando se usa, a menudo de forma banal. Es paradójico que busquemos el mejor epitafio para cuando no podamos decir nada más y, a lo mejor, no hemos sabido expresar en vida aquello que hubiéramos querido decir.

El uso de la palabra es mágico, peligroso, bondadoso.... Depende.
La cara es el espejo del alma y las palabras que empleamos son el vehículo a través del cual canalizamos nuestro estado de ánimo.

Hay que comprender el valor de la palabra para empezar a exigir que sea bien usada. No hay que dejarse engañar por las palabras, hay que analizarlas y hacerlas nuestras, pero comprendiendo que son de todos. Nadie puede quedarse con una palabra, eso sería el principio de una dictadura.Y la dictadura de la palabra nos lleva al sometimiento de la persona.

No hay que despreciar las palabras. El concepto científico más complicado va a acabar compilado en una palabra. Se dirá esa palabra y se abrirá todo el concepto.

Es difícil hilvanar los pensamientos para transformarlos en palabras. Nosotros mismos nos escuchamos y nos suenan extrañas o ajenas hasta que las hacemos nuestras, cuando conseguimos dar con aquellas palabras que van a decir lo que realmente queremos expresar.

"Libertad", "opinión", "perdón", un "te quiero" o "jamás"; éstas y tantas otras no son solamente letras agrupadas. Son Palabras, herramientas poderosas que distinguen el raciocinio humano y pueden cambiar nuestra vida.

Es el poder de las palabras.

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